Lo habitual es que si el coche presenta algún problema, llevarlo al taller de coches para que descubran qué es lo que sucede. Después, nos den un presupuesto y tras esto, procedan a arreglar el vehículo.
El importe de estas reparaciones es variable en función de lo que se rompa, pueden ser pequeñas reparaciones (como los frenos), pero también grandes averías (como el motor o la correa de distribución con afectaciones a otras partes) y cuyo importe supone tal desembolso que no compensa realizar la reparación del coche.
Es entos casos, el de las grandes y costasas reparaciones, en lo que desde el taller te aconsejan que no conviene reparar o simplemente te dicen que el coche no tiene arreglo porque no hay recambios para ciertos vehículos, donde lo habitual es proceder a llevar el coche al desguace.
Matizar aquí, que aunque podría parecer que todos los desguaces están dispuestas a pagar el mismo dinero, la realidad es que los importes que pagan por quedarse tu coche y desguazarlo podrían variar. De ahí que sea importante no solo comprarar los desguaces de proximidad sino los de grandes ciudades relativamente cercanas de ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza o Sevilla, que estén dispuestas a ofrecerse para remolcar el vehículo con grúa y además pagarte ese dinero extra respecto al resto de talleres.
Si se opta por esta opción de comparar precios, la clave es que no te corra prisa para poder negociar el precio de venta del vehículo para desguazarlo. Además, del dinero que suelen pagar los desguaces por llevarse el coche, lo normal es que envíen a sus grúas para recogerlo allá donde se haya estropeado y el vehículo se encuentre inmovilizado. Otra opción, es que hagas uso de tu seguro del coche para a través de la grúa ser tú directamente quien les lleves el coche a sus instalaciones y por tanto negocies el precio de compra al alza ya que se ahorran el servicio de remolcaje.
Finalmente, una vez den de baja el vehículo, lo que deberías hacer a continuación es llevar la baja del vehículo a tu ayuntamiento para que no te cobren el impuesto de circulación de ese vehículo, o en caso de que ya te lo hubieran cobrado para ese año en vigor, proceder a la recuperación parcial de la parte que quede del año no disfrutada, a la vez que evitas que te cobren en años sucesivos.
Como consideración final, en ocasiones es recomendable contar con varias opiniones de mecánicos antes de tomar una decisión como es la de llevar tu coche al desguace, ya que lo que para un taller mecánico puedes ser un coche irrecuperable o que no compensa económicamente la reparación, te puedes llevar una grata sorpresa si consultas otros talleres y te dicen que sí que pueden arreglarlo o al menos hacerlo a un coste económicamente inferior.
El problema es llevarlo de un taller a otro taller para que valoren el vehículo, si este no arraca por sus propios medios. Así que tal vez podrías coger el presupuesto que te han dado y hablar presencialmente con otros talleres (nada de email o teléfono ya que los responsables suelen estar muy ocupados y no hacen caso a las peticiones de este tipo si los clientes no van en persona) para ver si ellos sí podrían darte una solución más barata o alternativa a la recibida inicialmente en el taller al que llevaste el coche a reparar. A veces «los milagros» ocurren. ¡Suerte!